Ambos modelos tienen sus pros y sus contras.
SESIONES NUMERADAS
Son necesarias cuando existe muchas ventas anticipadas a través de medios externos a la taquilla: venta telefónica, cajeros o internet.
Si utilizas estas vias para comprar las entradas quieres saber dónde vas a sentarte, es lo más normal ya que por algo suelen pagarse con un cierto recargo.
También son necesarias en el caso de tener seguridad en que se va a producir lleno.
Por ejemplo numerar una sala para la sesión de tarde, que suele ser en torno a las 20:00, un lunes es ridículo. ¿Cuántas personas esperas que asistan?... pocas.
Sin embargo un domingo a esa misma hora es cuando más espectadores puedes esperar. Por tanto sí es interesante numerar.
Sus ventajas:
> El espectador escoge su asiento, no hay posibilidad de reclamar por estar cerca, lejos, en una esquina... ¡son las que ha escogido!.
> Se asegura que los grupos estén juntos. No hay por tanto familias, grupos de amigos o incluso parejas que tienen que sentarse cada uno en una esquina de la sala.
> No se hacen colas para entrar. ¡Ya tienes tu butaca reservada!.
> No pueden pasarse espectadores de una sala a otra. No hay posibilidad de sobrellenado.
Inconvenientes:
> La venta en taquilla se ralentiza brutalmente... los espectadores tardan mucho en seleccionar butacas y más si la sala está muy llena.
> Si nos encontramos con amigos o gente afin no hay posibilidad de cambio de butacas. Cada uno debe estar en el sitio escogido previamente.
> Estás obligado a sentarte donde escogiste. No hay opción para cambiarte a otra butaca ¡la tendrá ya otro espectador!.
> El público al tener butaca asiste muy tarde, normalmente cuando la película está empezando e incluso unos minutos iniciada. Esto produce molestias a los espectadores que han llegado con puntualidad.
>Hay que desplazar espectadores cuando alguno se sienta incorrectamente.
A mi juicio y después de 10 años en estos temas creo que se debe numerar cuando la sala va a estar llena o muy llena. Sin esta condición es realmente innecesario.
SESIONES NO NUMERADAS
Son habituales si no hay muchos espectadores.
Sus ventajas:
> Reducido tiempo de espera en taquilla. La venta es muy rápida porque no hay que emplear tiempo en seleccionar.
> Te sientas donde te place sobre la marcha.
> No estás obligado a permanecer en tu butaca. Puedes cambiarte a otra sin riesgo de ser "levantado" de ese asiento.
Sus inconvenientes:
> Si asiste mucho público puede tocarte un lugar incómodo.
> Hay gente que reserva asientos dándose en ocasiones la circunstancia de estar ocupadas muchas butacas vacías que no pueden ser usadas.
> Obliga a hacer cola para coger sitio.
¿Qué es mejor?... depende... como decía Pau Donés en su canción.
Lo que sabemos todos los que han trabajado alguna vez como acomodador es que si hay sesiones numeradas los primeros que entran en la sala suelen ser los que han comprado los tickets más tarde, tocándoles sentarse en asientos esquinados o en primeras filas.
Así que aunque parezca ridículo se da el que los espectadores que entran primero se sientan en primeras filas, esquinas, incluso separados planteándote siempre lo mismo : "¡Pero si está vacío el cine!...¿no puedo cambiarme de sitio?". No, está numerado.
Por el contrario cuando las sesiones no están numeradas los últimos en entrar, los que siempre llegan tarde a todos sitios se quejan afirmando contundentemente : "Pues ya podrían numerar el cine para que no pasen estas cosas".
Da igual, aunque se numerase llegarían siempre tarde y siempre tendrían mal sitio.
¡Es lo que toca!.
Así que si me preguntan qué prefiero mi respuesta es clara: Sesiones NO NUMERADAS. Que cada cual seleccione su lugar preferido sobre la marcha, que no se monten follones en la taquilla por escoger un par de butacas.
domingo, 13 de abril de 2008
lunes, 7 de abril de 2008
¿Qué película me recomiendas?
Esta es una gran pregunta que se nos plantea a veces.
"¿Qué película me recomiendas?".
Lo normal es responder "lo que más le guste a usted".
Es realmente difícil recomendar porque depende de muchas cosas el que nos guste o no una película. Sí, sí, es cierto que hay unos "géneros" determinados en los que encasillar a las películas: bélicas, acción, comedia, drama... y como cualquier obra puede ser una maravilla o una chapuza, pero también es cierto que para gustos los colores.
Se sabe que ciertas películas son realmente deliciosas, para disfrutarlas, pero claro, quien te hace esa pregunta ya se delata puesto que cuando uno va al cine debería saber qué quiere ver y tomarse la molestia de informarse lo mínimo para hacerse una idea de lo que va a ver.
Hay anécdotas curiosas al respecto.
Recuerdo una pareja de raza gitana que entraron al cine con un "niño crecidito", estimo que tendría unos 6 o 7 años, pero el pobre iba totalmente encajonado en una silla de bebé sonriendo tan feliz.
Sus padres me entregaron entradas para ver una película recomendada a mayores de 18 años cuyo argumento se centraba en unos experimentos con tiburones transgénicos que creo recordar devoraban a todo o casi todo el reparto de la película (¿puede ser "Deep Blue see"?). Por supuesto solo dos entradas, el "niño pequeño no paga", ¡cualquiera lo pone en duda!, jajajajaja.
La sesión era la ideal para un niño: las 10 y media de la noche de un sábado.
A eso de las 11 y pico, mientras paseaba por uno de esos pasillos de Dios me topé con el padre de la criatura, fumando algo nervioso, aclaro que por aquel entonces estaba permitido fumar en los pasillos, cosa que ahora no.
Le pregunté al calé que si todo iba bien, no fuera a ser que se hubiese desenfocado la imagen, ido el sonido o cualquier cosa misteriosa de origen "técnico" que sucede con los aparatos de proyección. El hombre me dijo que es que la película era un poco así, que no le gustaba mucho porque tenía mucha sangre y eso.
Con muuuuuucho tacto le pregunté si su hijo "pequeño" estaba bien, que a lo mejor era un "poco fuerte" esa película. Su respuesta fue contundente: "Al niño le encantan estas cosas, desde pequeño no se pierde una sola penícula de sangre y tiros".
El "desde pequeño" me hizo mucha gracia, pero aún más el que el padre no soportara la película y su supuesto hijo de 3 años (¿6 o 7?) estuviera dentro con su "mama" disfrutando semejante título.
Dejé al hombre con su cigarrillo y me quedé con esta terrorífica idea: ¿qué verá ese crío con 16, 18, 20 o más años?.
¡Como para recomendarle que le lleve a ver una de Disney!.
;)
"¿Qué película me recomiendas?".
Lo normal es responder "lo que más le guste a usted".
Es realmente difícil recomendar porque depende de muchas cosas el que nos guste o no una película. Sí, sí, es cierto que hay unos "géneros" determinados en los que encasillar a las películas: bélicas, acción, comedia, drama... y como cualquier obra puede ser una maravilla o una chapuza, pero también es cierto que para gustos los colores.
Se sabe que ciertas películas son realmente deliciosas, para disfrutarlas, pero claro, quien te hace esa pregunta ya se delata puesto que cuando uno va al cine debería saber qué quiere ver y tomarse la molestia de informarse lo mínimo para hacerse una idea de lo que va a ver.
Hay anécdotas curiosas al respecto.
Recuerdo una pareja de raza gitana que entraron al cine con un "niño crecidito", estimo que tendría unos 6 o 7 años, pero el pobre iba totalmente encajonado en una silla de bebé sonriendo tan feliz.
Sus padres me entregaron entradas para ver una película recomendada a mayores de 18 años cuyo argumento se centraba en unos experimentos con tiburones transgénicos que creo recordar devoraban a todo o casi todo el reparto de la película (¿puede ser "Deep Blue see"?). Por supuesto solo dos entradas, el "niño pequeño no paga", ¡cualquiera lo pone en duda!, jajajajaja.
La sesión era la ideal para un niño: las 10 y media de la noche de un sábado.
A eso de las 11 y pico, mientras paseaba por uno de esos pasillos de Dios me topé con el padre de la criatura, fumando algo nervioso, aclaro que por aquel entonces estaba permitido fumar en los pasillos, cosa que ahora no.
Le pregunté al calé que si todo iba bien, no fuera a ser que se hubiese desenfocado la imagen, ido el sonido o cualquier cosa misteriosa de origen "técnico" que sucede con los aparatos de proyección. El hombre me dijo que es que la película era un poco así, que no le gustaba mucho porque tenía mucha sangre y eso.
Con muuuuuucho tacto le pregunté si su hijo "pequeño" estaba bien, que a lo mejor era un "poco fuerte" esa película. Su respuesta fue contundente: "Al niño le encantan estas cosas, desde pequeño no se pierde una sola penícula de sangre y tiros".
El "desde pequeño" me hizo mucha gracia, pero aún más el que el padre no soportara la película y su supuesto hijo de 3 años (¿6 o 7?) estuviera dentro con su "mama" disfrutando semejante título.
Dejé al hombre con su cigarrillo y me quedé con esta terrorífica idea: ¿qué verá ese crío con 16, 18, 20 o más años?.
¡Como para recomendarle que le lleve a ver una de Disney!.
;)
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